sábado, 18 de junio de 2011

Salomé Ureña



Nació en Santo Domingo el 21 de octubre de 1850. Poeta y educadora. Figura central de la lírica dominicana del siglo XIX y pionera de la educación femenina formal en el país. Hija del escritor y educador Nicolás Ureña de Mendoza. Recibió las primeras lecciones de lectura y escritura de su madre Gregoria Díaz, ya que en la época de su niñez a la mujer dominicana sólo le era permitido asistir a pequeñas escuelas primarias instaladas generalmente en casas privadas. Luego su padre la introdujo a la lectura de los clasicos españoles y al estudio de la literatura francesa. Gracias al esfuerzo común de sus progenitores, Salomé Ureña obtuvo una sólida y temprana formación intelectual que le facilitó entrar al mundo literario nacional cuando todavía era una adolescente de apenas 15 años de edad. En 1880 contrajo matrimonio con el escritor, médico y abogado Francisco Henríquez y Carvajal y al año siguiente, ayudado por éste y estimulada por las ideas educativas positivistas del educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, fundó el 3 de noviembre de 1881 el Instituto de Señoritas, primer centro femenino de enseñanza secundaria establecido en la República Dominicana y donde se formaron las primeras maestras del país. Publicó sus primeros versos en el Boletín Oficial de Santo Domingo y después en los periódicos El Universal, La Opinión, El Nacional, El País, El Estudio y Letras y Ciencias.  En su poesía predominan tres temas : a) el  patriótico, donde aflora su de-seo por el bienestar de la sociedad dominicana [“La fe en el porvenir", "Mi ofrenda a la patria", "Ruinas” y "Gloria del progreso"], b) el sentimental, caracterizado por su apego a la naturaleza y a la familia [“En horas de angustia”, “Mi Pedro”, “La llegada del invierno”, “El ave y el nido”] y, c) el indianista, corriente literaria a la cual recurre al momento de exaltar a la raza indígena quisqueyana exterminada por los conquistadores españoles desde los primero años de la colonización [Anacaona]. Por su espíritu patriótico y por la sencillez, la pureza y la corrección de sus versos, Salomé Ureña ocupa un lugar de primacía en la historia de la poesía dominicana. Murio en santo domingo el 6 de abril de 1897.



EL AVE Y EL NIDO
¿Por qué te asustas, ave sencilla?
¿Por qué tus ojos fijas en mí?
Yo no pretendo, pobre avecilla,
llevar tu nido lejos de aquí.

Aquí, en el hueco de piedra dura,
tranquila y sola te vi al pasar,
y traigo flores de la llanura
para que adornes tu libre hogar.

Pero me miras y te estremeces,
y el ala bates con inquietud,
y te adelantas, resuelta, a veces,
con amorosa solicitud.

Porque no sabes hasta qué grado
yo la inocencia sé respetar,
que es, para el alma tierna, sagrado
de tus amores el libre hogar.

¡Pobre avecilla! Vuelve a tu nido
mientras del prado me alejo yo;
en él mi mano lecho mullido
de hojas y flores te preparó.


Mas si tu tierna prole futura
en duro lecho miro al pasar,
con flores y hojas de la llanura
deja que adorne tu libre hogar.