domingo, 26 de febrero de 2012

Walt Disney




(Chicago, 1901 - Los Ángeles, 1966) Dibujante y productor cinematográfico estadounidense, pionero del cine de dibujos animados, principal creador de la etapa clásica de la animación y fundador de la corporación que lleva su nombre.
Aunque nacido en Chicago, pasó los años más felices de su infancia en una granja cerca de Marceline (Missouri), hasta que en 1909 su padre enfermó y la familia hubo de trasladarse a Kansas City. Allí empezaría a trabajar de repartidor de periódicos, labor que compaginaba con sus estudios, en los que no destacaba. Prefería el dibujo y las historietas; las primeras que trazó aparecerían en el periódico de su instituto en Chicago, adonde la familia se había trasladado nuevamente.
En 1918, el joven Walt trató de alistarse en el ejército. Como no tenía la edad suficiente, falsificó su partida de nacimiento y, fingiendo haber cumplido los diecisiete años, logró ser admitido como conductor de ambulancias de la Cruz Roja. Sin embargo, cuando terminó su formación, la guerra ya había terminado y su trabajo se redujo a trasladar oficiales.
De regreso a Estados Unidos, se estableció en Kansas City y consiguió un trabajo de publicista en el Pesemen-Rubin Art Studio, donde trabó una amistad clave con el dibujante Ubbe Iwerks. Ambos fundaron en 1920 la empresa Iwerks-Disney Commercial Artists, que resultó un fracaso. Hubieron de trabajar otra vez por cuenta ajena en la Kansas City Film Ad, empresa en la que tendría lugar su primer contacto con las rudimentarias técnicas de animación de la época, cuyas posibilidades fascinaron de inmediato a Disney.
En 1922, cuando creyó que había aprendido lo suficiente, Disney fundó la compañía Laugh-O-Gram Films, con la que realizó exitosos cortometrajes basados en cuentos infantiles. Sin embargo, los gastos de producción superaban los beneficios, y al año siguiente tuvo que cerrar. Desalentado, Disney se trasladó a Hollywood sin otra idea que llegar a ser director de cine "normal". Por suerte, una distribuidora se interesó por Alice's Wonderland, una de las películas que había producido Laugh-O-Gram Films, y le encargó nuevas películas que combinasen animación e imagen real. Para satisfacer el encargo nació el Disney Brothers' Studio (dirigido por Walt y su hermano Roy), que produciría nueve Alice Comedies (Comedias de Alicia), a las que seguiría en 1927 la serie Oswald, el conejo afortunado, un encargo para la Universal Pictures creado por Ubbe Iwerks, que se había unido a la nueva andadura de los hermanos Disney.
Las series tenían éxito y el estudio iba creciendo con talentosos dibujantes, aunque un tropiezo con la Universal Pictures, que tenía los derechos sobreOswald y decidió prescindir de sus servicios, estuvo a punto de arruinar la naciente empresa. La solución era crear otro personaje y éste fue ni más ni menos que el ratón Mickey Mouse, que con el tiempo sería el emblema de la llamada Factoría Disney. Su paternidad es discutida; Disney se la atribuyó, pero pudo ser obra de Ubbe Iwerks o de ambos. Tras dos intentos fallidos, el flamante ratoncito triunfaría con Steamboat Willie (1928), que fue un gran éxito. Inmensamente popular, los cortometrajes se sucedieron con rapidez, y en 1930 el personaje pasó al cómic. Los cortos protagonizados por Mickey Mouse se alternaron con una serie de graciosas animaciones musicales titulada Sinfonías tontas.
Pese a algunos contratiempos (como el abandono de Iwerks, quejoso de la explotación a que lo sometía Disney), el negocio iba viento en popa. En 1934, Disney emprendió un proyecto visionario: la producción de un largometraje que iba a ser el primero de la historia de la animación. Nadie se había atrevido a ello por los enormes costos que suponía; de hecho, la industria de la época consideró la idea una locura. Y, efectivamente, a mediados de 1937, el estudio se había quedado sin un céntimo. Disney tuvo que pedir un crédito para completar el millón y medio de dólares que costó. Pero ocurrió que, en taquilla, Blancanieves y los siete enanitos (1937) generó unos ingresos de ocho millones de dólares. No solamente había acertado como empresario, sino también como artista, porque Blancanieves y los siete enanitos resultó ser además una obra maestra, de altísimo nivel técnico, graciosa sensibilidad y gran soltura narrativa.
Los beneficios permitieron a Disney construir, dos años después, un inmenso estudio en Burbank, y producir, junto a los cortos de siempre, extraordinarios largometrajes (PinochoFantasía,DumboBambi) que, sin embargo, no siempre produjeron beneficios. Disney tuvo que encarar además otros problemas, como la huelga de 1941, que paralizó los estudios y perjudicó la imagen de la empresa; de algunos de sus líderes se vengaría en 1947, denunciándolos ante el Comité de Actividades Antiamericanas.
Logró capear el temporal abriéndose a otros géneros, como los documentales, y en la década de los 50, con una situación más boyante, volvió a la carga con nuevos largometrajes de éxito: La CenicientaAlicia en el país de las maravillasPeter PanLa dama y el vagabundo. Al mismo tiempo, las actividades de la corporación siguieron extendiéndose a otros ámbitos, como la películas con actores reales (La isla del tesoro, 1950; Veinte mil leguas de viaje submarino, 1954), la producción de programas para la televisión (iniciada en 1950) y una última idea megalómana, la de traer a la tierra su mundo de fantasía con la construcción de Disneylandia, que, inaugurado en 1955, fue lo que hoy llamaríamos el primer parque temático de la historia.
Más grandioso fue aún el proyecto de un nuevo parque en Orlando, Disneyworld, que no llegaría a ver concluido. Apartado en sus últimos años ya del trabajo directo en la animación y más centrado en los proyectos empresariales, en 1966 se le diagnosticó un cáncer de pulmón y falleció a los pocos meses. ElMago de Burbank, como se le llamaba a menudo, dejaba un solvente emporio empresarial que aún perdura. Y sus amables películas, repletas de fauna humanizada, siguen todavía poblando la imaginación de millones de niños.




sábado, 18 de febrero de 2012

Emilio Prados Such (1899-1962)




Emilio Prados Such nace en Málaga el cuatro de marzo de 1899 , dónde vive sus primeros quince años .En 1914 se traslada a Madrid  para ingresar en la residencia de Estudiantes donde conoce a Juan Ramón Jiménez, quien determinara su pronta orientación hacía la poesía.
En 19l8 se incorpora al grupo universitario de la residencia , centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa .En este fecundo caldo de cultivo se forma la generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el circulo que forman Federico García Lorca  ,Luis Buñuel ,Juan Vicens ,Jose Bello y Salvador Dalí.
En 1921 , el agravamiento de la enfermedad pulmonar que padece desde su infancia le obliga a ingresar en un sanatorio en Suiza donde, pasará la mayor parte del año. En esta reclusión terapéutica ,Emilio Prados comenzara a descubrir los autores más sobresalientes de la literatura europea y a consolidar su vocación de escritor.
En 1924 fundó , con su compañero Manuel Altolaguirre , la revista " Litoral  ", que fue uno de los más importantes órganos del grupo del 27.
En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja junto con Altolaguirre .Paralelamente a sus actividades creadoras , su compromiso social se va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. .También publica sus primeros poemarios ," " " Tiempo " y "Veinte poemas en verso"  que se inscriben dentro del neopopularismo andaluz .
Entre 1925 y 1928 publicará también " Seis estampas para un rompecabezas ", "Canciones del farero" , "Vuelta " y " El misterio del agua ".
Entre 1932 y 1938 se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista .De esta época son sus obras : "La voz cautiva " ,"Andando, andando por el mundo ","La tierra que nos alienta ", "Seis estancias" ,"Llanto en la sangre", "El llanto subterráneo ", y " Tres cantos".
El clima de violencia que impera en Málaga en 1934 al estallar la guerra le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas .Colabora en tareas humanitarias , ayuda en la organización  del II Congreso Internacional de Escritores y en la  edición de varios libros :"Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España ", al tiempo que se publican varias de sus obras .Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra ,"Destino fiel" en 1938.
Poco después se instala en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las "Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública ". Pero la situación es ya insostenible en la España de comienzos de 1939 para un republicano , por lo que decide marcharse a París y el 6 de mayo parte , junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacía México, donde residirá hasta su muerte .Allí publica poesías que emanan  un profundo sentimiento de desarraigo y soledad . A esta época pertenecen "Mínima muerte ","Jardín cerrado","Memoria del olvido" ,"Penumbras" ,"Río Natural","Circuncisión del sueño" , y "Signos del ser".
Muere en México el 24 de abril de 1962


ALBA RÁPIDA   Emilio Prados



                                           ¡Pronto, deprisa, mi reino,
que se me escapa, que huye,
que se me va por las fuentes!
¡Qué luces, qué cuchilladas
sobre sus torres enciende!
Los brazos de mi corona,
¡qué ramas al cielo tienden!
¡Qué silencios tumba el alma!
¡Qué puertas cruza la Muerte!
¡Pronto, que el reino se escapa!
¡Qué se derrumban mis sienes!
¡Qué remolino en mis ojos!
¡Qué galopar en mi frente!
¡Qué caballos de blancura
mi sangre en el cielo vierte!
Ya van por el viento, suben,
saltan por la luz, se pierden
sobre las aguas…
Ya vuelven
redondos, limpios, desnudos

¡que primavera de nieve ¡
                    

Sujetadme el cuerpo, ¡pronto!,
¡que se me va!, ¡que se pierde
su reino entre mis caballos!,
¡que lo arrastran! , ¡que lo hieren!
¡que lo hacen pedazos, vivo,
bajo sus cascos celestes !
¡Pronto, que el reino se acaba!
¡Ya se le tronchan las fuentes!
¡Ay, limpias yeguas del aire!
¡Ay, banderas de mi frente!
¡Qué galopar en mis ojos!
Ligero, el mundo amanece…

viernes, 10 de febrero de 2012

Joaquín Turina



Sevilla 9 de diciembre de 1882 -Madrid 14 de enero de 1949Fue pianista profesional, director de orquesta, profesor de composición, crítico musical, pedagogo, conferenciante, y articulista.
De ascendencia italiana, su padre era pintor paisajista y costumbrista. Siendo niño inició sus estudios musicales y de piano en el Colegio de San Ramón con Enrique Rodríguez; más adelante estudia armonía y composición con Evaristo Garcia Torres  , maestro de capilla de la catedral hispalense. En 1897 realiza su primera actuación pública como pianista en la Sala Piazza, situada en la calle Rioja .

En Madrid amplia sus estudios con José Tragó, siendo compañero de estudios de Manuel de Falla y desde entonces grandes amigos.
Tras morir sus padres viaja a París en 1905 para estudiar piano con Mozkowsky y composición en la Schola Cantorum de Vicent D´Indy. En París entra en contacto y amistad con Ricardo Viñes, Joaquín Nin y Enrique Granados. También conoce a Isaac Albéniz, Paul Dukas, Gabriel Fauré y Maurice Ravel. Actúa repetidamente como pianista y consigue sus primeros éxitos nacionales e internacionales como compositor.
En 1908 contrae matrimonio con Obdulia Garzón, estableciéndose en París. Tuvo 4 hijos.
Al iniciarse la Primera Guerra Mundial fija su residencia en Madrid. Fomó parte del grupo de músicos progresistas que crean en 1914 la "Sociedad Nacional de Música", con el objetivo de lograr un "resurgimiento musical de España", promocionando las actividades musicales. En 1919, se unió como pianista al "Cuarteto Francés", que pasó a denominarse "Quinteto de Madrid".
Obtiene grandes éxitos como director de orquesta, llegando a dirigir las representaciones de los ballets rusos de Diagilev en su gira por España (1918). Desde 1920, y por cuatro años, es "maestro concertador" (director de orquesta) del Teatro Real de Madrid. En 1929 firma un acuerdo con la Unión Musical Española para la composición de obras de piano. Fue nombrado en 1931 catedrático de composición del Conservatorio de Madrid.
Durante la Guerra Civil estuvo protegido por el cónsul británico, que certificó que Turina era personal administrativo del consulado ("Ayudante archivista").
Fue nombrado en 1926 "Hijo Predilecto" de la ciudad de Sevilla. En 1935, es nombrado académico de número de la Real de Bellas de San Fernando, y en 1941 Comisario de la Música. En 1943 recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.
Siempre que tuvo alguna ocasión visitaba Sevilla, estrenando en ella numerosas obras. Los veranos los pasaba en Sanlúcar de Barrameda .


sábado, 4 de febrero de 2012

Manuel Benitez Carrasco




MANUEL BENÍTEZ CARRASCO nació en Granada el 1 de diciembre de 1922 en pleno corazón del barrio del Albayzín, en la placeta del Salvador a la que tantas veces recitará y en el seno de una familia muy religiosa. 

Pasó los primeros años de su infancia entre la colegiata albaicinera donde su tío Manuel Benítez Martínez era el coadjutor, la ermita de San Miguel Alto donde su padre ejercía de carpintero y vivía con su familia y las escuelas del Ave María, donde, como él mismo decía, aprendió las primeras letras. Así, dada la ubicación de su cuna no es de extrañar que el poeta haya traducido desde sus primeros escritos la belleza de Granada que sus ojos contemplaban desde los altos del cerro del Aceituno y por los requiebros de las callejuelas de su Albayzín natal. 

Benítez Carrasco inició su carrera literaria colaborando en la revista poética "Colección Vientos del Sur". Muy joven, en 1943, obtuvo su primer premio de relevancia, el Premio Nacional de Teatro de Escuadra con la obra "Luz de Amanecer", comenzando desde este momento una trayectoria literaria jalonada de galardones. 

En 1947 marcha a Madrid. Ciudad donde comenzó a ganarse la vida como poeta, recitando sus poesías en teatros y clubes en los años 50. Según explicó Delgado-Calvo, la peculiaridad de Benítez Carrasco reside en que "no fue un poeta al uso como los conocemos hoy, que publican sus libros y les llaman para dar conferencias", sino un "poeta de cartel" que se ganaba la vida recitando su poesía en teatros y clubes de lujo. "Lo que nadie puede discutirle a Benítez Carrasco es que salía a un escenario a recitar sus poesías y triunfaba. Llenaba los escenarios, los abarrotaba” 

Sin embargo, en Madrid no termina de encontrar su hueco y se marcha a América, donde le llega el éxito. Desde 1955 su figura es totalmente inseparable de Hispanoamérica: viaja a Cuba y en la isla caribeña permanece durante todo un año. A partir de este momento la figura de Manuel Benítez Carrasco es totalmente inseparable de México, donde pasa gran parte de su vida. 

A partir de los años 70, Benítez Carrasco empezó a alternar su residencia en México con estancias en Granada, donde murió en 1999. 

En 1998 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Granada, año en que también se le dedicó una importante avenida en el barrio de la Oliva en Sevilla.



EL PERRO COJO




Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.

Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.

Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.

Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias... o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.

Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.

Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.
"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.

Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.
Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».

Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.
Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña.

Era joven y era viejo;
por más que yo lo cuidaba,
el tiempo malo pasado
lo dejó medio sin alma.
Y fueron muchas las hambres,
mucho peso en sus tres patas
y una mañana, en el huerto,
debajo de mi ventana,
lo encontré tendido, frío,
como una piedra mojada,
un duro musgo de pelo,
con el rocío brillaba.

Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.
Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.
"Para ti... un rabo de oro;
para ti... un ojo de ámbar;
tú... tus orejas de nieve;
tú... tus colmillos de escarcha.
Y tú, —mi perro reía—,
tú... tu muleta de plata".

Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas... luceros...? No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata.

Autor: Manuel Benitez Carrasco.