sábado, 27 de agosto de 2011

Vicente Aleixandre



Poeta español, nacido en Sevilla el 26 de abril de 1898 y fallecido en Madrid el 14 de diciembre de 1984, considerado uno de los grandes poetas españoles del siglo XX. Perteneciente a la Generación del 27, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1977.
Hijo de un ingeniero de ferrocarril, Vicente Aleixandre pertenecía a la burguesía media acomodada. Cuando tenía dos años de edad, su familia se trasladó a Málaga, ciudad a la que el poeta llama en su obra "el Paraíso", pues en ella transcurrió toda su infancia.

En 1909, la familia Aleixandre se instaló en Madrid, donde el futuro poeta cursó el bachillerato y, ya en plena juventud, las carreras de Derecho y Comercio. Se especializó en Derecho Mercantil, materia que luego enseñó como profesor en la Escuela de Comercio de Madrid (1920-1922).
Desde 1917, año en el que conoció a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués (un pequeño pueblo de Ávila en donde ambos veraneaban), Vicente Aleixandre se venía relacionando con los jóvenes de su generación que sentían inquietudes literarias.
Gracias a los consejos de Dámaso, empezó a leer a los grandes poetas del pasado reciente, como el romántico Gustavo Adolfo Bécquer y el modernista Rubén Darío; pero también a otros autores extranjeros de gran renombre, como los simbolistas franceses. Sintió, a partir de entonces, la necesidad de escribir poesía.
Estuvo gravemente enfermo en los años veinte, y, a partir de entonces, su salud fue muy delicada. Padeció una tuberculosis que le afectó un riñón y provocó que le tuvieran que extirpar este órgano. Mientras se recuperaba de esta operación, escribió algunos poemas que comenzaron a darle gran fama hacia 1926, cuando aparecieron en una de las publicaciones culturales más prestigiosas de la época: la Revista de Occidente. A partir de este reconocimiento literario, se hizo amigo de otros jóvenes poetas de la Generación del 27, como Federico García Lorca y Luis Cernuda.
Después de la guerra, Aleixandre (que fue uno de los pocos autores de su generación que se quedó en España) continuó desarrollando una trayectoria poética muy personal. En 1949 fue elegido miembro de la Real Academia Española, y desde entonces fue el gran maestro y protector de los jóvenes poetas 
españoles de la segunda mitad del siglo XX, que acudían a visitarle con frecuencia a su casa de Madrid, donde siempre había tertulias literarias y lecturas de versos. Murió siete años después de haber recibido un Premio Nobel con el que, según muchos críticos, no sólo se reconocía universalmente su obra, sino la de toda la Generación del 27.




El último amor

I
Amor mío, amor mío.
Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo.
Y acaba de irse aquella que nos quería. Acaba de salir. Acabamos de oír cerrarse la puerta.
Todavía nuestros brazos están tendidos. Y la voz se queja en la garganta.
Amor mío...
Cállate. Vuelve sobre tus pasos. Cierra despacio la puerta, si es que
                                                                                   no quedó bien cerrada.
Regrésate.
Siéntate ahí, y descansa.
No, no oigas el ruido de la calle. No vuelve. No puede volver.
Se ha marchado, y estás solo.
No levantes los ojos para mirarlo todo, como si en todo aún estuviera.
Se está haciendo de noche.
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate. Descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad, y lentamente te borra.
Todavía respiras. Duerme.
Duerme si puedes. Duerme poquito a poco, deshaciéndote, desliéndote
                                                      en la noche que poco a poco te anega.
¿No oyes? No, ya no oyes. El puro
silencio eres tú, oh dormido, oh abandonado,
oh solitario.
                   ¡Oh, si yo pudiera hacer que nunca más despertases!

II
Las palabras del abandono. Las de la amargura.
Yo mismo, sí, yo y no otro.
Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo movimiento.
Pero no se las podía oír igual. Porque significan: las palabras
significan. Ay, si las palabras fuesen sólo un suave sonido,
y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño...

Yo las oí. Y su sonido final fue como el de una llave que se cierra.
Como un portazo.
Las oí, y quedé mudo.
Y oí los pasos que se alejaron.
Volví, y me senté.
Silenciosamente cerré la puerta yo mismo.
Sin ruido. Y me senté. Sin sollozo.
Sereno, mientras la noche empezaba.
La noche larga. Y apoyé mi cabeza en mi mano.
Y dije...
Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente, suavísimamente.
Y dibujé todavía
el último gesto, ese
que yo ya nunca repetiría.





domingo, 21 de agosto de 2011

CECILIA MEIRELES

Los aficionados a la literatura carioca recuerdan con profunda admiración la figura de Cecília Meireles por los importantes aportes literarios que realizó en Brasil esta mujer nacida en Río de Janeiro el 7 de noviembre de 1901.

Durante su infancia y juventud, la también profesora y periodista convivió con Jacinta García, su abuela materna, ya que su padre, Carlos Alberto de Carvalho Meireles, había muerto antes de su llegada al mundo y su madre, Matilde Benavides, había corrido la misma suerte cuando ella era apenas una niña de tres años de edad.
Esta realidad que le tocó enfrentar la convirtió en una persona solitaria e introvertida que prefería rodearse de libros antes que vincularse con chicos de su edad. Producto de esta particularidad, con sólo nueve años de vida, quien fuera estudiante de la Escuela Normal de Río y del Conservatorio de Música ya había dado muestras de interés hacia la poesía, un género que le permitió quedar en la historia como la gran poetisa de la lengua portuguesa.
Tras estudiar idiomas, Literatura, Música y Teoría Educacional, Meireles contrajo matrimonio con Fernando
Correia Dias  , un pintor con el que llegaría a tener tres hijas. En 1940, a cinco años de haber quedado viuda, la autora volvería a apostar por el amor en compañía de un profesor e ingeniero agrónomo llamado Heitor Vinícius da Silveira Grilo.
Aunque siempre es interesante conocer la vida personal de los escritores para humanizarlos y apreciar mejor su legado, ellos no ganan popularidad por lo que ocurre en su intimidad sino por las aptitudes que demuestran sobre un papel. Por ese motivo, resulta imprescindible recordar a Cecilia Meireles como la creadora de títulos como “Espectros”, “Baladas para el rey”, “Crianza, mi amor”, “Viaje”, “Retrato natural” y “Poemas escritos en la India.
Varias de esas propuestas, además de haber sido traducidas a numerosos idiomas, le permitieron a esta poetisa que falleció en su ciudad natal el 9 de noviembre de 1964 obtener distinciones como el Premio de Poesía Olavio Bilac, el título de Doctora Honoris Causa por la Universidad de Nueva Delhi y el Premio Jabuti, entre otros.


Poema Carta de Cecilia Meireles


Yo, sí -¿Pero y la estrella de la tarde, que subía y descendía
de los cielos cansada y olvidada?
  ¿Y los pobres, que golpeaban las puertas, sin resultado, haciendo
vibrar la noche y el día con su puño seco?
  ¿Y los niños, que gritaban con el corazón aterrado?: “¿por qué
nadie nos responde?”
¿Y los caminos, y los caminos vacíos, con sus manos extendidas
inútilmente?
¿Y el santo inmóvil, que deja a las cosas continuar su rumbo?
¿Y las músicas encerradas en cajas, suspirando con las alas
recogidas?
¡Ah! ?Yo, sí ?porque ya lo lloré todo, y despedí mi cuerpo
usado y triste,
y mis lágrimas lo lavaron, y el silencio de la noche lo enjugó.
Pero los muertos, que enterrados soñaban con palomas ligeras
y flores claras,
y los que en medio del mar pensaban en el mensaje que la playa
desplegaría rápidamente hasta sus dedos…
Pero los que se adormecieron, de tan excesiva vigilia ?y que yo
no sé si despertarán…
y los que murieron de tanta espera… -y que no sé si fueron salvados.
Yo, sí. Pero todo esto, todos estos ojos puestos en ti, en lo alto
de la vida,
no sé si te mirarán como yo,
renacida y desprovista de venganzas,
el día que necesites el perdón.


lunes, 15 de agosto de 2011

Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes (CANTINFLAS)



Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, más conocido como Cantinflas, nació en Santa María La Redonda, México D.F. el 12 de agosto de 1911 y murió el 20 de abril de 1993. Era el sexto de doce hermanos, hijo de Pedro Moreno Esquivel, cartero, y, Soledad Guizar Reyes de Moreno.

Además de ser denominado como Cantinflas, fue conocido también como El Mimo o El Cómico de la Gabardina.


De orígen humilde, tuvo que sufrir la pobreza durante su infancia. Creció en el barrio Tepito. Para salir adelante supo utilizar su audacia y los trucos callejeros que sabía. Se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciudad de México para complacer a su padre, pero durante los estudios comienza a realizar sus pinitos profesionales como bailarín e imitador. También se dedico por un espacio de tiempo al boxeo profesional antes de incursionar en el mundo del espectáculo.

Trabajó en el circo y pronto sus grandes dotes para la interpretación, su ternura y su visión optimista del mundo le llevaron a recrear el tipo de "pelao" (hombre vulgar y pobre de México, el cual caracterizó con pantalones caídos, camiseta haraposa, corbata atada al cuello...) y de este modo nació "Cantinflas". Cierto día acudió a una cita con un empresario del teatro de variedades de Jalapa (Veracruz) para que lo viera bailar pero por un incidente ocurrido en el local Cantinflas tuvo que salir a escena y calmar los ánimos del público. Los nervios no le permitían hablar con fluidez y su forma entrecortada de charlar hizo reir al público. Así inició su carrera de cómico.

El 27 de octubre de 1936 se casó con Valentina Ivanova Zubareff, cuyo origen era ruso; el matrimonio con ella duró hasta que ella fallece en 1966. Aunque con Valentina no tuvo hijos, ella adoptó un niño que había tenido Mario en 1961, al cual llamaron Mario Arturo Moreno Ivanova.

El mismísimo Charles Chaplin le admiraba e intentó hacer una película con él pero no fue posible, incluso, una vez lo llamó "el mejor comediante del mundo".

Su filmografía es amplia, interpretando un sinnúmero de roles que van desde barrenderos hasta ministros, tiene en su haber 50 películas, entre las cuales se cuentan cortometrajes, dos producciones estadounidenses y una española, las demás de origen mexicano. En sus comienzos participó en varios cortos de carácter publicitario que se transmitían como comerciales previos a las películas de las salas de cine. Su primera participación en una película como tal la hizo en 1936 con la película No Te Engañes Corazón y la última en 1981 con El Barrendero. En 1940 fundó la productora Rosa Film junto a Jacques Gelman y Santiago Riachi. Su primer film lo rodó en 1936, "No te engañes corazón", aunque será cuatro años después cuando alcance la fama con la película "Ahí esta el detalle".


Las décadas de los 40 y 50 fueron las más productivas para Cantinflas, tanto así que en 1946 rechazó trabajar con compañías mexicanas y firmó contratos con Columbia Pictures.

Fue miembro del Sindicato de Actores y al sustituir en la dirección de dicha institución a Jorge Negrete, fundó de forma benéfica la Casa del Actor. En 1952, haciendo gala de la generosidad que lo caracterizaba, emprendió una campaña a favor de los pobres para construir un habitat social. Vivió sus últimos años retirado en su rancho.

El estilo inconfundible de Cantinflas, basado principalmente en su rápida jerga cómica improvisada, ha sido imitado por otros cómicos no sólo en México, sino a lo largo y ancho de Latinoamérica, consiguiendo pasar al cuadro de honor del cine.

En los años 70 aparece Cantinflas en una serie de dibujos animados llamada "El Show de Cantinflas", la cual se centra en educar a los niños en diversos temas que iban desde el fútbol hasta la línea internacional del tiempo.

En 1970 la película Un Quijote sin mancha, en la cual participó, fue galardonada con el premio ACE a la mejor película del año.

Como persona siempre fue admirado por su sencillez, humildad y generosidad, las cuales le vienen de una niñez de pobreza y una edad adulta de éxito labrado a pulso, aun cuando en ocasiones la crítica artística no estuvo a su favor. En sus películas siempre se podía ver cómo pretendía dejar en el corazón del público ejemplos sanos de vida, criticando a aquellos poderosos mezquinos y defendiendo a la clase proletaria. Se dedicó, después de retirarse del mundo artístico, a contribuir en organizaciones de caridad, especialmente aquellas que se dedican a ayudar a los niños.

Luego de padecer de cáncer de pulmón, fallece el 20 de abril de 1993. A su funeral asistieron miles de personas, convirtiéndose en un evento nacional, durando tres días. Sus cenizas yacen en el Panteón Español de la Ciudad de México, en la cripta de la familia Moreno Reyes.


Entre los reconocimientos que recibió se encuentra una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor por su participación en la película "La vuelta al mundo en ochenta días" y, por los logros conseguidos a lo largo de su vida por parte de la Academia Mexicana del Filme.

Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me alegra mucho porque, como quien dice, así me los agarro cansados. Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes: estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta a la misma humanidad.
Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo.
Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el representante deSalchichonia (alusión a Alemania) con humildad, con humildad dealbañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutuadesconfianza, la barda del odio, el día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas).
Pero no la barda de las ideas ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas. Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios
países?
Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen siquiera el derecho elemental de la huelga, hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirle que se den la forma de gobierno que más les convenga.
¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios pordecreto?
El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador deLobaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión… y yo me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamosdescalzos?, ¿para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?, ¿para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).
Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto deconservación, sino fundamentalmente por el deber que tienede superarse y de hacer del mundo una morada de paz y detranquilidad cada vez más digna de la especie humana y desus altos destinos.
Pero esta aspiración no será posible sino hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social.
Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas ni con préstamos, ni con alianzas militares.
Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el hambre y con la miseria (aplausos).
Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional.
Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorios, sino como seres humanos que sentimos, que sufrimos, que lloramos.
Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos. Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos, si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por 
las sublimes palabras, que hace dos mil años, dijo aquel humildecarpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones:'Amaos, amaos los unos a los otros', pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: 'Armaos los unos contra los otros'....

He dicho”.
Mario Moreno (Cantinflas)

sábado, 13 de agosto de 2011

FERNANDO FERNAN GOMEZ




Fernando Fernán Gómez, nació el 28 de agosto de 1921 en Lima, Perú, durante una gira sudamericana que realizó su madre, la también actriz, Carole Fernán Gómez, pero su partida de nacimiento se expediría unos días después en Buenos Aires, por lo que el actor tuvo la nacionalidad argentina hasta que le fue otorgada la española en 1984. Fue hijo extramarital del también actor Luis Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero, hijo de María Guerrero, la cual impidió el matrimonio entre los padres de Fernando Fernán Gómez. A los tres años de edad, el actor se desplazó a Madrid con su familia, ciudad a la que estaría ligado el resto de su vida. Pasó la infancia entre bambalinas, siguiendo a su madre en sus actuaciones, y a los doce años debutó en el papel de camarero en la obra El padrón municipal, de Vital Aza. Inició la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, pero pronto abandonaría la carrera para dedicarse por completo a la interpretación. Durante la Guerra Civil, recibió clases en la Escuela de Actores de la CNT, debutando como profesional en 1938 en la compañía de Laura Pinillos; Jardiel Poncela le dio su primera oportunidad como actor de teatro cuando le contrató para Los ladrones son gente honrada, que se estrenó en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1940.
Consiguió su primer papel cinematográfico contratado por la productora cinematográfica Cifesa para la película Cristina Guzmán, dirigido por Gonzalo Delgrás y ya al año siguiente le ofrecieron su primer papel protagonista en Empezó en boda, de Raffaello Matarazzo, destacaron en esa época sus interpretaciones en Botón de ancla (1947) y La mies es mucha (1948). En esos años se estrenó como autor de comedias cortas, emitidas por Radio Nacional. Empezaría una fructífera carrera dedicada a la interpretación y dirección cinematográfica de la que nunca se retiraría.
Pero paralelamente Fernando Fernán Gómez se interesó por la escritura teatral y la adaptación de guiones, lo que lo llevó más adelante a escribir numerosas novelas. En esta vocación literaria fue fundamental su relación con la tertulia del café Gijón, a la que permaneció fiel durante décadas, llegando incluso a crear el Premio Café Gijón cuya dotación pagó él mismo.
Durante este periodo, Fernando Fernán-Gómez se casó con la cantante María Dolores Pradera, la famosa actriz y cantante mexicana, en 1947, con la que tuvo dos hijos, Fernando y Helena Fernán Gómez. En esta época en colaboración con Manuel Alexandre y María Asquerino participaron en el Teatro de Ensayo del Instituto Italiano de Cultura. En la década de los 50 se consolidó como actor principal en toda serie de comedias, dramas, al tiempo que intervino en una de las primeras avanzadillas de lo que luego sería el Nuevo cine español: Bardem y Berlanga. La pareja se divorciaría en 1959.
Tras su separación tuvo una sonora relación con la actriz Analia Gadé, con la que trabajó en diversos films.
Fernando Fernán Gómez publicó su primera novela El vendedor de naranjas, en 1961, de modo paralelo seguía su trabajo como actor con éxitos especialmente celebrados como La venganza de Don Mendo, Adiós, Mimí Pompón, Ninette y un señor de Murcia o Crimen imperfecto, y su primer éxito como director en El extraño viaje 1964. Se convirtió en uno de los actores más solicitados de la llamada Transición española, con títulos como: El espíritu de la colmena, El amor del capitán Brando, Pim, pam, pum, fuego, Mi hija Hildegart, Los restos del naufragio, Mamá cumple cien años o ¡Arriba Azaña!
En 1976 tras la muerte de Franco y la legalización de la CNT, tuvo una militancia activa en el Sindicato de Espectáculos de Barcelona.
En esta época inició la relación sentimental con la actriz Emma Cohen que sería su compañera hasta sus últimos días, y esposa desde el año 2000
A partir de 1984 se intensificó su vocación literaria, escribió varios volúmenes de ensayos y once novelas. Fue un gran éxito su autobiografía en dos volúmenes, El tiempo amarillo pero su éxito más clamoroso lo obtuvo con una pieza teatral prontamente llevada al cine, Las bicicletas son para el verano, sobre sus recuerdos infantiles de la Guerra Civil.
Fue elegido miembro de la Real Academia Española, y tomó posesión del sillón B el 30 de enero de 2000. También se dedicó a la tarea periodística como articulista, colaboró con Diario 16 y el suplemento dominical de El País y su afinidad ideológica con el anarquismo no le impidió, colaborar durante treinta y cinco años con el diario ABC.
Falleció en Madrid el 21 de noviembre de 2007, a los 86 años de edad. Su despedida, al más puro estilo teatral, se realizó en el Teatro María Guerrero de Madrid, su féretro fue recubierto con una bandera rojinegra anarquista.

Fernando Fernán Gómez vivió su faceta de escritor con la misma pasión que abordó su trabajo de actor y director de cine y teatro, aunque en su madurez confesara que le había cansado éste por la repetición y el contacto directo con el público, el actor participó en numerosas películas entre las que destacan como director: El viaje a ninguna parte, El extraño viaje, La venganza de Don Mendo o como actor: El espíritu de la colmena (Víctor Erice), Ana y los lobos (Carlos Saura), Mamá cumple cien años, La colmena (Mario Camu), El abuelo (José Luis Garci), Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar), La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda). Su último trabajo fue la participación en La silla de Fernando dirigida por David Trueba y Luis Alegre, una película de carácter documental autobiográfico.
Por su trabajo de actor, director y autor teatral recibió los máximos galardones de las Artes Escénicas: Seis premios Goya, el Oso de honor del Festival de cine de Berlín, Premio Donostia a toda su trayectoria, o el Premio Nacional de Teatro
Aunque fue más famoso entre el público como cómico, no por ello dejo de cosechar sonoros éxitos como escritor, especialmente con sus memorias y con Las bicicletas son para el verano, y fue finalista al premio Planeta.
Fernán-Gómez fue uno de los artistas más brillantes de España: académico, actor y director de teatro y de cine, novelista, ensayista, articulista, autor teatral y poeta ocasional, tertuliano o recitador. Marisa Paredes, actriz y presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, logró su mejor descripción en la entrega de la décima Medalla de Oro, lo describió a la perfección: «Por anarquista, por poeta, por cómico, por articulista, por académico, por novelista, por dramaturgo, por único y por consecuente».
FRASES DE FERNANDO FERNAN GOMEZ
¿La amistad entre un hombre y una mujer? Sí, la entiendo, mientras no sea yo el amigo.

Tengo fama de gruñón. Lo reconozco y al mismo tiempo lo lamento. En cualquier caso, ya no estoy en edad de corregirme.

Con esto, yo lo que quiero es dar una lección, por mis muchos años, yo puedo permitir este gusto, a todos los que creen que el futuro está en sus manos y no en las manos, de los que se han apoderado del futuro de todos nosotros


miércoles, 10 de agosto de 2011

Fernando Pessoa

Portugal 1888-1935
Poeta, ensayista y traductor portugués nacido en Lisboa en 1888.
Es la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Sus primeros años transcurrieron en Ciudad del Cabo mientras su padrastro ocupaba el consulado de Portugal en Sudáfrica.  A los diecisiete años viajó a Lisboa, donde después de interrumpir estudios de Letras alternó el trabajo de oficinista  con su interés por la actividad literaria.
La influencia que en él ejercieron autores como Nietzsche, Milton y Shakespeare, lo llevaron a traducir parte de sus obras y a producir los primeros poemas en idioma inglés. Dirigió varias revistas  y pronto se convirtió en el propulsor del surrealismo portugués.
"Mensaje" fue su primera obra en portugués y única publicada en vida del poeta. Parte de su obra está representada por los numerosos heterónimos creados durante su vida, siendo los más importantes  Alvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro.
Falleció en Lisboa en 1935.







Si muero pronto     

Si muero pronto,
Sin poder publicar ningún libro,
Sin ver la cara que tienen mis versos en letras de molde,
Ruego, si se afligen a causa de esto,
Que no se aflijan.
Si ocurre, era lo justo.

Aunque nadie imprima mis versos,
Si fueron bellos, tendrán hermosura.
Y si son bellos, serán publicados:
Las raíces viven soterradas
Pero las flores al aire libre y a la vista.
Así tiene que ser y nadie ha de impedirlo.
Si muero pronto, oigan esto:
No fui sino un niño que jugaba.
Fui idólatra como el sol y el agua,
Una religión que sólo los hombres ignoran.
Fui feliz porque no pedía nada
Ni nada busqué.
Y no encontré nada
Salvo que la palabra explicación no explica nada.

Mi deseo fue estar al sol o bajo la lluvia.
Al sol cuando había sol,
Cuando llovía bajo la lluvia
(Y nunca de otro modo),
Sentir calor y frío y viento
Y no ir más lejos.

Quise una vez, pensé que me amarían.
No me quisieron.
La única razón del desamor:
Así tenía que ser.

Me consolé en el sol y en la lluvia.

Me senté otra vez a la puerta de mi casa.
El campo, al fin de cuentas, no es tan verde
Para los que son amados como para los que no lo son:
Sentir es distraerse.



sábado, 6 de agosto de 2011

Julio Cortázar




(Bruselas, 1914 - París, 1984) Escritor argentino. Hijo de padres argentinos, a los cuatro años Julio Cortázar se desplazó con ellos a Argentina, para radicarse en la provincia andina de Mendoza.
Tras completar sus estudios primarios, siguió los de magisterio y letras y durante cinco años fue maestro rural. Pasó más tarde a Buenos Aires, y en 1951 viajó a París con una beca. Concluida ésta, su trabajo como traductor de la Unesco le permitió afincarse definitivamente en la capital francesa.
Por entonces Julio Cortázar ya había publicado en Buenos Aires el poemario Presencia con el seudónimo de «Julio Denis», el poema dramático Los reyes y la primera de sus series de relatos breves, Bestiario, en la que se advierte la profunda influencia de Jorge Luis Borges
La literatura de Cortázar parte del cuestionamiento vital, cercano a los planteamientos existencialistas, en obras de marcado carácter experimental, que lo convierten en uno de los mayores innovadores de la lengua y la narrativa en lengua castellana. Como en Borges, sus relatos ahondan en lo fantástico, aunque sin abandonar por ello el referente de la realidad cotidiana, por lo que sus obras tienen siempre una deuda abierta con el surrealismo.
Para Cortázar, la realidad inmediata significa una vía de acceso a otros registros de lo real, donde la plenitud de la vida alcanza múltiples formulaciones. De ahí que su narrativa constituya un permanente cuestionamiento de la razón y de los esquemas convencionales de pensamiento.
El instinto, el azar, el goce de los sentidos, el humor y el juego terminan por identificarse con la escritura, que es a su vez la formulación del existir en el mundo. Las rupturas de los órdenes cronológico y espacial sacan al lector de su punto de vista convencional, proponiéndole diferentes posibilidades de participación, de modo que el acto de la lectura es llamado a completar el universo narrativo.
Tales propuestas alcanzaron sus más acabadas expresiones en las novelas, especialmente enRayuela, considerada una de las obras fundamentales de la literatura de lengua castellana, y en sus cuentos, entre ellos Casa tomada o Las babas del diablo, ambos llevados al cine, y El perseguidor, cuyo protagonista evoca la figura del saxofonista negro Charlie Parker.
Muy pronto, Julio Cortázar se convirtió en una de las principales figuras del llamado «boom» de la literatura hispanoamericana, y disfrutó del reconocimiento internacional. A su sensibilidad artística sumó su preocupación social: se identificó con los pueblos marginados y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas.
En este sentido, su viaje a Cuba en 1962 constituyó una experiencia decisiva en su vida. Merced a su concienciación social y política, en 1970 se desplazó a Chile para asistir a la ceremonia de toma de posesión como presidente de Salvador Allende y, más tarde, a Nicaragua para apoyar al movimiento sandinista. Como personaje público, intervino con firmeza en la defensa de los derechos humanos, y fue uno de los promotores y miembros más activos del Tribunal Russell.
Como parte de este compromiso escribió numerosos artículos y libros, entre ellos Dossier Chile: el libro negro, sobre los excesos del régimen del general Pinochet, y Nicaragua, tan violentamente dulce, testimonio de la lucha sandinista contra la dictadura de Somoza, en el que incluye el cuento Apocalipsis en Solentiname y el poema Noticias para viajeros. Tres años antes de morir adoptó la nacionalidad francesa, aunque sin renunciar a la argentina.


Los amantes
¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.