domingo, 7 de noviembre de 2010


RAFAEL ALBERTI , poeta español (Puerto de Santa María 1902). En 1920 escribió algunos de los poemas recogidos luego en Poemas anteriores a Marinero en Tierra (1969). En 1925 apareció Marinero en tierra, poemario que le valió el premio nacional de literatura, compartido con Gerardo Diego, y en el que se alían experiencias personales con influencias de Gil Vicente y de los cancioneros musicales de los ss. xv y xvi. Romanticismo y surrealismo se han detectado en uno de sus títulos señeros: Sobre los ángeles (1929), fruto de una honda crisis moral y sentimental.  .
Viene luego la etapa de «el poeta en la calle», de la poesía «civil», que testimonia su incipiente compromiso político: Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos y Con los zapatos puestos tengo que morir (1930). Fundó y dirigió la revista Octubre con su compañera María Teresa León. En 1931 ingresó en el Partido Comunista de España (del que en 1983 llegaría a ser fugaz diputado por Cádiz) y ensayó el teatro vanguardista y comprometido: su «romance de ciego» escénico Fermín Calán, el auto sacramental El hombre deshabitado. 
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Tras la guerra civil, después de residir en otros países, se instaló en Argentina donde su obra creció de forma decisiva, señalada por el sentimiento del destierro: Coplas de Juan Panadero, Retornos de lo vivo lejano y la obra en prosa La arboleda perdida, libro de memorias, y en teatro El adefesio (1 944) y Noche de guerra en el museo del Prado (1956). En 1963 fijó su residencia en Roma, ciudad que evoca en los versos de Roma, peligro para caminantes (1968). En 1965 se le concedió el premio Lenin de la Paz. 
Antes de su retorno del exilio en abril de 1977, publicó Canciones del alto valle del Aniene y otros versos y prosas, a la que siguieron, ya en España, Abierto a todas horas (1979), Versos sueltos de cada día (1982) y Versos para A!tair (1988). En 1978 estrenó el «guirigay», según él mismo lo califica, La pájara pinta. En 1983 se le otorgó el premio Miguel de Cervantes. Figura sobresaliente de la denominada generación del 27, en su producción se entremezclan mito antiguo y utopía del futuro, lo lúdico y lo burlesco, gongorismo, tradición popular y surrealismo en una permanente búsqueda de la gracia poética. Es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1989), en reconocimiento de su actividad pictórica (dibujo en la línea surrealista).